¿QUÉ SON LOS TICS OCULARES?

Los tics oculares son movimientos involuntarios y espontáneos de los músculos del párpado que se asocian con un mal funcionamiento del ganglio basal, parte del cerebro responsable del control muscular.

Normalmente los tics afectan más al párpado inferior y tienen un carácter pasajero, aunque pueden resultar bastante molestos cuando se prolongan en el tiempo.

Aunque en la mayoría de los casos no son un motivo de preocupación, ciertas patologías llevan aparejados problemas de parpadeo que requieren de evaluación y tratamiento por parte de un profesional.

Se manifiestan como una parpadeo o guiño incontrolado e intermitente, cuya frecuencia e intensidad también experimenta variaciones. Algunas personas notan que sus síntomas remiten durante el sueño o se reducen al concentrarse en tareas específicas. En los casos más extremos, los tics, que pueden causar fotosensibilidad o visión borrosa, hacen que los párpados permanezcan cerrados.

Causas de la aparición:

La mayoría de las veces no resulta fácil identificar la causa de los blefaroespasmos, aunque suelen influir los siguientes factores:

  • Estrés y cansancio.
  • Consumo excesivo de cafeína o alcohol.
  • Fatiga ocular (uso excesivo de ordenadores, tablets, smartphones,..)
  • Problemas visuales sin corregir o necesidad de actualizar la graduación.
  • Ojo seco.
  • Alergias (al frotarnos los ojos liberamos histamina en los tejidos del párpado y las lágrimas, lo que, según algunos estudios, puede causar tics oculares)
  • Medicamentos (los tics se encuentran entre los efectos secundarios de ciertos fármacos)
  • Desajustes nutricionales. El magnesio, en caso de que el origen del tic sea nutricional, tiene beneficios a nivel muscular y de nervios.
  • Condiciones oculares como la blefaritis, la fotosensibilidad o la conjuntivitis.
  • Problema neurológico o cerebral, como la parálisis facial periférica, la distonía, la enfermedad de Parkinson o el síndrome de Tourette.

¿Cómo se tratan?

Los tics leves generalmente desaparecen sin necesidad de ningún tratamiento. Cuando el tic ocular persiste ocasionando molestias, hay que descartar la existencia de algún defecto refractivo o la necesidad de actualizar la graduación de las gafas o lentes de contacto.
En aquellos casos en que los tics oculares no remiten, es imprescindible acudir al especialista para diagnosticar la condición subyacente y aplicar el tratamiento adecuado.


 

¿Qué opinas sobre esta noticia? Déjanos tus comentarios y consúltanos en nuestra óptica de valladolid.

 

Quizás te interese también: ‘¿QUÉ ES EL DALTONISMO?’

 

Compartir
CATEGORÍAS

EN NUESTRA ÓPTICA…

Nuevas colecciones

Artículos Relacionados