A veces no somos conscientes de la exposición que tienen nuestros ojos ante el sol. Si no se protege adecuadamente puede provocar lesiones a largo plazo como en el caso de la pinguecula.
Esta se suele manifestar como pequeña elevación blanco amarillenta en la conjuntiva localizada en la mayormente en la zona nasal al lado de la córnea.
Su tamaño puede ser muy variable dependiendo del grado de evolución que tenga, pero su tamaño suele ser como un grano de arroz.
¿Qué produce?
La pinguecula en muchos casos es asintomática, es decir, que no produce ningún síntoma y se diagnostica al visualizarse en el ojo.
Sin embargo, cuando se da una mayor exposición al sol, viento o polvo puede inflamarse, produciendo molestia ocular, sensación de cuerpo extraño, enrojecimiento o escozor.
¿Es peligroso?
Esta lesión degenerativa no suele requerir un tratamiento específico. En el caso de molestias, el uso de lágrima artificial será suficiente en una gran parte de los casos.
A veces la pinguecula se puede confundir con un pterigión. Este último si que debe ser controlado ya que puede llegar a invadir la córnea.
¿Cómo se puede prevenir?
Dado que la exposición a la luz solar y el viento son unos de los primeros desencadenantes, una gafa de sol que proteja de forma adecuada a los rayos UV es la mejor forma de prevenir una pinguecula.
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